lunes, 1 de febrero de 2010

Un amigo


Un amigo...
te acepta tal cual eres,
cree en ti,
no se rinde contigo.
Admira todas las partes de tu persona (incluso las inacabadas),
perdona tus errores,
se entrega incondicionalmente,
te ayuda,
te invita a re intentarlo contigo,
te mantiene cerca de su corazón,
te ama por quien eres,
Hace una diferencia en tu vida,
nunca te juzga,
te ofrece su apoyo,
te ayuda a levantarte,
calma tus temores,
eleva tu espíritu.
Dice cosas lindas acerca de ti,
te dice la verdad cuando necesitas escucharla,
te comprende,
te valora.
Camina a tu lado,
te explica cosas que no entiendes.
Grita si es necesario cuando tu no quieres escuchar y te baja a la realidad...

¿ Alguien hace todo esto por ti? Pues considérate afortunado, tienes verdaderos amigos y si no hay nadie alrededor que sea capaz de hacer todo ésto por ti...
piénsalo, hacer amigos es tu decisión.

La leyenda del verdadero amigo


Historias como ésta deberíamos leer todos los días, para acordarnos de que un buen amigo lo es todo.

Dice una linda leyenda árabe que dos amigos viajaban por el desierto y en un determinado punto del viaje discutieron.
El otro, ofendido, sin nada que decir, escribió en la arena:

HOY, MI MEJOR AMIGO ME PEGO UNA BOFETADA EN EL ROSTRO.

Siguieron adelante y llegaron a un oasis donde resolvieron bañarse.

El que había sido abofeteado y lastimado comenzó a ahogarse, siendo salvado por el amigo.

Al recuperarse tomó un estilete y escribió en una piedra:

HOY, MI MEJOR AMIGO ME SALVO LA VIDA.

Intrigado, el amigo preguntó:

¿Por qué después que te lastimé, escribiste en la arena y ahora escribes en una piedra?

Sonriendo, el otro amigo respondió:

Cuando un gran amigo nos ofende, deberemos escribir en la arena donde el viento del olvido y el perdón se encargarán de borrarlo y apagarlo; por otro lado cuando nos pase algo grandioso, deberemos grabarlo en la piedra de la memoria del corazón donde viento ninguno en todo el mundo podrá borrarlo.



Colaboración de Yaileen